Por si alguien tenía alguna duda, los dos últimos años lo han demostrado de la forma más abrupta posible: la vida está llena de imprevisibilidad y la incertidumbre es la única certeza que tenemos. Todo puede cambiar de un día para otro y, el matrimonio, la unión entre dos personas, sigue desgraciadamente el mismo principio, nadie puede decir sin duda alguna que está a salvo de una ruptura, de un divorcio. Y cuando decimos divorcio, decimos abogados.

A menudo, cuando la única solución posible es el divorcio, ambos cónyuges pasan por un periodo de dolor, frustración, miedo y conflictos diversos, lo que les deja con poca energía para ocuparse de los únicos que no pueden valerse por sí mismos: los hijos. Aunque el legislador ha fijado como objetivo principal la protección de la institución del matrimonio y, sobre todo, de los niños, cuando existen, en la realidad las cosas son muy diferentes. Los niños son los que ven cambiada su vida por completo sin que puedan defenderse, son los que más sufren la ruptura de sus padres y los que menos preparados están para lo que les ocurre.

¿Qué hacer? ¿Cómo podemos proteger a nuestros hijos, en la medida de lo posible, del trauma del divorcio? La respuesta es extremadamente sencilla y está al alcance de todos: eligiendo el divorcio de mutuo acuerdo. 

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En este artículo nos centraremos en los beneficios más importantes del divorcio de mutuo acuerdo para ambos cónyuges, pero sobre todo para los hijos:

  1. En primer lugar, este procedimiento de separación legal es el menos traumático para todas las partes y la mejor opción si la pareja tiene hijos, ya que, si por sí misma la separación de los padres es muy perjudicial para los menores, lo es más aún cuando se produce en un entorno conflictivo. Los abogados tendrán como objetivo primordial el interés superior del menor, y en Marín y Pasalodos lo consideramos esencial, por ello, promovemos siempre que tenemos la oportunidad una separación amistosa.

En un acuerdo de separación amistosa, los dos cónyuges y los abogados que representan sus intereses tienen la oportunidad de considerar cuidadosa y pacientemente todas las cuestiones que afectan al niño como resultado de esta separación, como por ejemplo los derechos de visita, tomando así todas las decisiones estrictamente en beneficio del niño.

  1. El menor tiempo que se tarda en resolver la situación es otra ventaja notable de este procedimiento simplificado: las partes pueden llegar a un acuerdo y adquirir efectivamente una sentencia de divorcio y custodia en un plazo de 3 a 6 meses. Acortar el procedimiento es, sin duda, beneficioso para las partes implicadas y, más aún, para los hijos, que podrán así iniciar más rápidamente el proceso de adaptación a la nueva realidad posterior a la separación.

En la práctica, los abogados que se encargan de la separación de las partes por mutuo acuerdo redactan lo que en derecho español se conoce como «convenio regulador». En este acuerdo se contemplan todos los aspectos de la situación de los menores tras el divorcio: quién permanece en el domicilio conyugal, a quién se le va a conceder la custodia, si se desea la custodia compartida, qué periodos de tiempo pasan los hijos con cada uno de los cónyuges (lo ideal es que el tiempo que pasan los menores con cada uno de los progenitores se reparta a partes iguales), cuál es la manutención de los hijos (la manutención de los hijos es un derecho del menor y los progenitores no pueden decidir de ninguna manera suprimirla, no pagarla -están obligados a prestarla-).

Pagar la manutención

Si los menores se confían a un progenitor con la custodia completa, el progenitor no custodio está obligado a pagar esta manutención. En el caso de la custodia compartida, si hay una diferencia salarial importante entre los dos cónyuges, y aunque pasen el mismo tiempo con el niño, el que gane más tendrá que pagar también la manutención del otro.

También existe el concepto de pensión compensatoria en la legislación española: si, por ejemplo, durante el matrimonio uno de los cónyuges tenía mayores ingresos, pero el cónyuge con menores ingresos dedicaba tiempo a la crianza de los hijos, el divorcio puede considerarse perjudicial para él y el interesado tiene derecho a una pensión compensatoria, para que el estilo de vida que mantuvo durante el matrimonio siga siendo el mismo después del divorcio. Aunque el legislador no ha determinado la cuantía de esta pensión compensatoria, en la práctica se tienen en cuenta diferentes factores para fijarla (la edad, si la persona tiene o no un empleo, si tiene o no una profesión, etc.). 

  1. Otro aspecto importante de un divorcio de mutuo acuerdo es la reducción de los costes. Aquí conviene mencionar que en España tanto el abogado como el procurador son obligatorios y exigidos por la ley. Este último es una persona que ha cursado estudios de derecho, pero no es abogado, está inscrito en el Colegio de Procuradores y se le considera en el proceso como representante legal de las partes. En otras palabras, se encarga de presentar ante los tribunales los escritos redactados por los letrados, recibir citaciones, emplazamientos, e impulsar el avance del procedimiento, entre otras funciones. Es necesario mencionar que esta figura obligatoria y no opcional en todos los procedimientos de derecho de familia. 
  2. En cuanto a los bienes comunes, si ambos cónyuges tienen bienes en Rumanía, la división de estos bienes se hace en Rumanía. Si tienen bienes en España y Rumanía, los tribunales españoles serán competentes para los bienes en España y los rumanos para los bienes en Rumanía. Sin embargo, en el caso del divorcio de mutuo acuerdo, los bienes de otros países pueden incluirse en la división en España, ya que existe un acuerdo entre las partes. Es el único procedimiento que permite a los tribunales españoles pronunciarse sobre los bienes ubicados en otros países, sin necesidad de expedientes separados, y sin incurrir en gastos adicionales con abogados de ambas partes. El beneficio es evidente para los cónyuges, pero también para los hijos implicados, ya que la separación es de mutuo acuerdo y, por tanto, pacífica, sin que se produzcan más conflictos por los bienes que se tienen y que causen más angustia a los hijos.

El procedimiento de separación por mutuo acuerdo puede durar entre 3 y 6 meses. Sin embargo, si el matrimonio se celebró en Rumanía, el divorcio debe registrarse en Rumanía para que sea válido. Una vez que el tribunal español haya dictado su sentencia, las partes tienen 20 días para recurrir. Por supuesto, al tratarse de un procedimiento amistoso, la probabilidad de que una de las partes recurra es realmente baja, pero este plazo de 20 días debe transcurrir antes de que la resolución judicial sea definitiva e irrevocable. También se adjuntarán los anexos europeos específicos de este procedimiento y sólo entonces se podrá registrar el divorcio en Rumanía, para que también surta efecto allí.

Cualquier procedimiento de divorcio es doloroso y puede ser extremadamente traumático para los niños. Por lo tanto, y por todas las razones enumeradas anteriormente, siempre que sea posible, aconsejaremos a nuestros clientes que opten por una separación amistosa, que tendrá lugar en las condiciones más pacíficas.

Quedamos a su disposición. Si desea más información, si necesita un abogado o asesoramiento jurídico, no dude en ponerse en contacto con nosotros. Nuestro equipo de abogados en Barcelona está especializado en derecho civil, derecho penal, derecho de familia, derecho laboral, derecho administrativo y realizará todas las diligencias necesarias para un resultado satisfactorio. Puede ponerse en contacto con nosotros en el (0034) 932006766 o en secretaria@marinpasalodos.com.